Hay que empezar a pensar en contratar un psicologo

porque tanto empate no tiene otra explicación que un profundo trauma que empuja al equipo superior a empequeñecer y al inferior a crecer hasta que los dos juegan tan parecido que ninguno consigue ganar. La historia de hoy ha sido de mucho trabajo defensivo de los oscuros que compensaron el hombre de menos que tenían con unos kilómetros de mas por barba, y que casi consiguieron ganar mientras los claros no acertaron con la red (por la parte de dentro) hasta los 10 últimos minutos y como últimamente viene sucediendo, el partido terminó mirando con ansiedad el reloj, unos para que corriese y otros para que durmiese.

2-2